Comunicando…

10 Oct

Ya casi todo el mundo coincide en que muchas de las compras salen mejor si las hacemos por internet, sobretodo a la hora de comprar vuelos. Y de eso voy a hablar hoy: de las compras de vuelos a través de una página web.

A simple vista es fácil. Uno ingresa en la página, escribe la ciudad de origen, la ciudad del destino, fecha de ida y fecha de vuelta. Esa es la opción fácil si  no nos importa mucho el precio. Me explico, la compañía aérea te facilita (al tiro) la información de los vuelos más caros. Lo que cuesta, realmente, es encontrar las buenas ofertas. Esas que sale el precio enorme y de un color bien vistoso y, abajo, advierten de las miles de restricciones que tiene el vuelo. También, de paso, te avisa de que aún te queda sumarle el IVA y las tasas. Nunca me ha quedado claro eso de las tasas, pues siempre varían. Un día son de 20 euros, otro de 300 euros. No lo entiendo.

Además, de alguna manera la compañía se las apaña para que sea, realmente, muy difícil acceder a las buenas promociones. Me pasó el otro día con LAN, y no es la primera vez. Había una promoción para volar de Chile a Madrid. Era tentador, pues el precio estaba a la mitad de lo normal. Eso sí, la fecha de ida tenía que ser, si o si, el 9 de Octubre (o sea, ayer). Estuve un día y medio intentando acceder y no hubo forma.

Decidí hacer algo que odio rotundamente. Llamé al call center de dicha compañía. Y ya sabemos lo que esto conlleva. Hablé con el departamento de ventas, con el departamento de LANPASS (para socios de LAN, como yo), con el departamento de asistencia, con el departamento de LAN.com y no sé si me olvido de alguno más… La cuestión es que nadie (pero nadie) pudo explicarme porqué no podía acceder a esta oferta desde la página web. Y tampoco pude a través de ellos.

Así que pensé que lo mejor sería hacer el pago de otra reserva que tenía, eso sí,  a precio “normal”. Otra reserva que por alguna razón desconocida tampoco podía hacer a través de internet. Para llevar a cabo el pago me tuvieron 40 minutos al teléfono. Les pedí que me llamaran ellos, ya que me habían mandado un mail preguntando por mi número de teléfono para contactarse conmigo. Se negaron. Finalmente, después de estos 40 minutos, logramos aprobar el pago. Con lo que, por fin, tengo vuelo de vuelta. Aprovecho para anunciar que el 20 de Octubre regreso, al fin, a Mallorca.

Lo que quiero decir con eso es que los call centers no funcionan. Son una pérdida de tiempo y dinero. Y sib embargo, para estos problemas técnicos no queda otra que acudir a ellos. No sé, de verdad, si es peor trabajar en uno de ellos o bien ser víctima de su mala eficiencia. Una vez trabajé en uno y resultó ser el peor empleo que he tenido en mi vida. Te forman mal, te exigen mucho, te dan responsabilidades que no son compatibles con el sueldo que se recibe y te ataca de nervios dar la cara ante el cliente justificanso las mentiras de la publicidad y el marketing engañoso. Una vez mñas, fuí víctima de ello.

Foto: Fernando Arconada

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